El cáncer de
piel es el cáncer más frecuente de la raza humana. El tipo más común,
el carcinoma basocelular, se cura en la mayor parte de los casos siempre que se
diagnostique precozmente. No obstante, raramente existen casos avanzados en que
puede ser necesario recurrir a la quimioterapia. La Agencia Americana del
Medicamento (FDA) acaba de aprobar un nuevo fármaco para el tratamiento del
cáncer de piel avanzado. El medicamento, llamado VISMODEGIB, actúa a través de
la inhibición de la vía de señalización Hedgehog, y ha demostrado efectividad en
el tratamiento del cáncer de piel de tipo basocelular en fase avanzada. Un
estudio con 96 pacientes mostró que el 30% de los que presentaban metástasis y
el 43% de los pacientes con enfermedad local avanzada mostraron remisión tras
recibir este fármaco.

La
investigación está permitiendo que cada vez tengamos un mayor arsenal
terapéutico frente al cáncer de piel. Aun así, el mejor arma continúa siendo la
prevención y el diagnóstico precoz.
Conoce más acerca del VISMODEGIB (artículo de NEJM): http://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/19726763
Conoce más acerca del DIAGNÓSTICO PRECOZ DEL CÁNCER DE
PIEL: http://sergiovano.blogspot.com.es/2011/09/diagnostico-y-prevencion-del-cancer-de.html
¿QUÉ ES EL CARCINOMA BASOCELULAR?
Las lesiones
pretumorales y el cáncer cutáneo se relacionan con la acción acumulativa de los
rayos solares que recibe la piel cada día. Durante nuestra vida acumulamos
muchas horas de exposición solar, con el consiguiente riesgo de aparición de
precancerosis y de tumores cutáneos. Con un diagnóstico y tratamiento precoz,
estas lesiones pueden curarse completamente, por lo que son recomendables las
revisiones dermatológicas periódicas.
Existen tres
tipos principales de cánceres cutáneos: el carcinoma basocelular (el más
frecuente y menos agresivo), el carcinoma epidermoide (con su “antecesor”, la
queratosis actínica) y el de peor pronóstico, el melanoma.
El carcinoma
basocelular, también llamado epitelioma basocelular o basalioma, se trata de
una neoplasia cutánea derivada de las células basales de la epidermis. Es el
cáncer más frecuente de la raza humana. Habitualmente se trata de un tumor poco
agresivo, que infiltra localmente y que rara vez metastatiza. Existe una
variante algo más agresiva localmente, que se conoce como carcinoma basocelular
esclerodermiforme o morfeiforme.
Suele
aparecer en personas de edad, ya que uno de sus principales factores de riesgo
es la exposición solar acumulada a lo largo de la vida. Es por ello que suele
encontrarse en áreas expuestas al sol, preferentemente en la cara.
Hallazgos cutáneos
La forma
clínica más frecuente de carcinoma basocelular es la forma nodular, que
consiste en una lesión rosada, lisa y brillante, circular, de tamaño
normalmente menor de 1 cm, y en la que pueden observar vasitos en su superficie
(telangiectasias). Podemos observar diferentes grados de pigmento en los
carcinomas basocelulares, pudiendo presentarse incluso como lesiones de aspecto
negruzco (carcinoma basocelular pigmentado). Suele localizarse en zonas de piel
expuesta al sol como la nariz, frente, mejillas, aunque puede afectar a otras
zonas. Suelen ser lesiones de crecimiento lento, en las que el paciente suele
percatarse de su presencia tras varios meses de crecimiento.
Carcinoma basocelular. |
Otra forma
clínica es la del carcinoma basocelular superficial, en la que las lesiones
suelen ser placas de mayor tamaño y menos sobreelevadas, con coloración rosada
o con áreas pigmentadas. Estas lesiones frecuentemente se diagnostican de
eccema o infección por hongos. Suelen ser lesiones de crecimiento lento.
La forma
clínica más agresiva de carcinoma basocelular es la conocida como
esclerodermiforme o morfeiforme. Son lesiones de coloración blanquecina y
rosada, de bordes difusos, que pueden pasar desapercibidas durante muchos
meses. Estas lesiones tienden a infiltrar en profundidad, y aunque no
metastatizan, pueden ocasionar problemas importantes. Suelen afectar a la cara.
Diagnóstico
El
diagnóstico puede sospecharse clínicamente y mediante el estudio con
dermatoscopia, sobre todo para las lesiones más incipientes. Está indicada la
confirmación mediante biopsia cutánea, que nos va a diferenciar el tipo de
carcinoma basocelular (nodular, superficial o esclerodermiforme) y por tanto su
manejo.
Tratamiento
Tenemos
diversas opciones terapéuticas en el tratamiento del carcinoma basocelular:
- Imiquimod tópico: se trata de una
crema conteniendo imiquimod, un inmunomodulador, efectivo en el
tratamiento de tumores cutáneos superficiales, por lo que estaría indicado
en el carcinoma basocelular superficial. Requiere ser aplicado 5 días por
semana durante 6 semanas, produciendo una reacción inflamatoria
considerable que es la responsable de curar el tumor.
- Terapia fotodinámica: moderna y
revolucionaria técnica que permite tratar carcinomas basocelulares
superficiales y nodulares mediante un tratamiento cómodo y con buen
resultado estético. El mecanismo de acción de la TFD es el siguiente, tras
la aplicación tópica de una sustancia fotosensibilizante, ésta es
absorbida e incorporada a las células de nuestra piel, pero en mayor
medida en aquéllas con un metabolismo y un recambio más rápido, como es el
caso de las células tumorales. Posteriormente se expone la zona a una
fuente de luz con una longitud de onda adecuada que excite la sustancia
fotosensibilizante acumulada principalmente en las células tumorales. Como
consecuencia se producen moléculas de oxígeno tóxicas que dañan las
membranas y otros componentes celulares, causando la destrucción selectiva
de las células neoplásicas con preservación de las células sanas vecinas.
- Cirugía: podemos tratar quirúrgicamente
todos los carcinomas basocelulares, pero dado que es una técnica invasiva,
en las formas superficiales y algunos nodulares, puede escogerse otra
forma de tratamiento alternativa menos agresiva (terapia fotodinámica,
imiquimod). La cirugía va a ser el tratamiento de elección de los
carcinomas basocelulares de tipo esclerodermiforme. En las lesiones de
gran tamaño, en zonas complicadas, o sin han recidivado tras algún
tratamiento previo, estará indicada la cirugía micrográfica de Mohs. Esta
cirugía consiste en la extirpación de las lesiones con control
intraoperatorio de los márgenes, siendo un tipo de cirugía de máxima
precisión y con la que se obtienen excelentes resultados con una tasa
mínima de recidivas.
- Radioterapia: puede estar
indicada en determinados tipos de pacientes pluripatológicos en los que la
cirugía está desaconsejada.

Dermatólogo del Hospital Universitario Ramón y Cajal en Madrid. Dermatólogo en la Clínica Grupo de Dermatología Pedro Jaén.
Doctor en Medicina. Profesor Honorífico de la Universidad de Alcalá.
Máster en Dirección y Administración de Servicios Sanitarios.
http://www.sergiovano.com/
http://www.grupodedermatologia.es/
Twitter: @sergiovanog
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