domingo, 26 de enero de 2014

"NO POO": LA MODA DE LAVARSE EL PELO SIN CHAMPÚ

Han pasado ya 2 años desde la fiebre del "champú de caballo", y vemos cómo en los últimos tiempos ha surgido otra nueva moda entre algunas celebrities: el NO-POO o la moda de lavarse el pelo sin usar champú. En su lugar, utilizan bicarbonato o vinagre. El motivo: que el champú daña el pelo, supuestamente. Veremos qué hay de cierto a nivel médico acerca de esta moda y si realmente tiene algún sentido.

¿QUÉ SIGNIFICA “NO POO”?
La tendencia “No-Poo” proviene de “no sham-poo”, y promueve el lavado de cabello tan solo con agua, sin ningún tipo de champú. La explicación, que el champú puede hipotéticamente dañar el cabello y producir que a la larga se pierda. De hecho, da muestras de este rechazo total al champú en el mismo nombre (“No-Poo”), ya que asemeja al champú con el término “Poo” que en inglés hace referencia a la palabra “caca”.
Los partidarios del No Poo apuntan a los disolventes (que refieren hacen la piel más vulnerable a infecciones), al alcohol, y, por supuesto, a los aceites minerales (procedentes del petróleo), a los que acusan de obstruir los folículos pilosos y debilitar el cabello. Frente a ellos, abogan por los ingredientes naturales, para conseguir un pelo más “sano” y con más brillo. 
Los seguidores más estrictos de esta tendencia se lavan el cabello simplemente con agua, sin utilizar ningún producto, y comentan que a pesar de pasar unos días con el pelo algo sucio, tras un tiempo la secreción grasa se regula y se consigue tener un pelo limpio y sano sin usar ningún químico. En los casos de pelo muy graso, sí aceptan el uso de bicarbonato disuelto en agua para aplicárselo sobre el cabello mojado y así “secar” el cabello. Comentan que incluso puede secar tanto que quizá aparezca “sequedad” sobre el cuero cabelludo. En este caso sí recomiendan el uso de “hidratantes naturales”, como el vinagre de sidra, a modo de acondicionador.
Una de las ventajas que defienden los partidarios del No-Poo es que el cabello, al no usar champús, disminuye su producción grasa y luce un aspecto más natural y más sano.

EVIDENCIAS MÉDICAS
Los champús son productos cosméticos que sirven para limpiar el cabello. Contienen diferentes compuestos químicos que permiten mejorar la cosmética capilar, y modificar la textura del pelo, pero en ningún caso consiguen penetrar a la raíz folicular, por lo que no es cierto que los champús deterioren el crecimiento del pelo o hagan que el pelo se caiga. Sí pueden sin embargo alterar el tallo piloso (porción visible del folículo piloso) si contienen productos químicos agresivos o un pH extremo. En general, se recomienda que un champú sea de pH neutro (entre 4,5 y 5,5) para que no dañe el tallo piloso y la piel del cuero cabelludo. Sorprende ver cómo en la tendencia No Poo abogan por el uso de bicarbonato (pH de 8) o de vinagre (pH muy ácido, menor de 3,5).
En cuanto a la secreción grasa, el champú no es el responsable de que una persona tenga el pelo graso. La secreción de grasa depende del estímulo hormonal de la glándula sebácea (por ello vemos el pelo graso a partir de la pubertad). Por tanto, el champú no es el principal determinante de que el pelo esté graso. De hecho, los dermatólogos recomendamos utilizar champú frecuentemente precisamente para limpiar el cabello de la grasa que producen las glándulas sebáceas. Y la limpieza del exceso de grasa no debe verse solamente como un tema estético, ya que como dice mi colega la Dra.Conejo-Mir: “Esta grasa o sebo debe eliminarse periódicamente por razones que van más allá de lo meramente estético, ya que supone una importante fuente de microorganismos que pueden favorecer las infecciones”.
 
¿CÓMO DEBE SER EL CHAMPÚ IDEAL?
Sí es cierto que algunos productos químicos pueden deteriorar el tallo piloso, dañar el cuero cabelludo o incluso producir una alergia cutánea. Estos productos son el alcohol, algunos conservantes (el más conocido es el “kathon”) o las fragancias. El champú ideal debería evitar estas sustancias. Lo recomendable es utilizar un champú suave, el llamado “champú neutro” (con pH neutro). Y la frecuencia del lavado, es algo personal, en función del nivel de grasa de su cabello. Pero no existe ningún problema en lavar el cabello con champú a diario.

CONCLUSIONES MÉDICAS
En conclusión, podríamos resumir los siguientes puntos acerca de la nueva tendencia No-Poo basándonos en el conocimiento médico actual:

  1. La utilización de champú al lavarse el pelo no daña el cabello y a la larga no deteriora el crecimiento del folículo piloso. El champú ideal es un champú neutro, libre de alcohol, fragancias y de algunos conservantes.
  2. Lavarse el pelo sin champú, sólo con agua, no produce a la larga una mejora en la grasa del pelo.
  3. A nivel dermatológico, el uso de champús tiene una doble función: limpieza del cabello y tratamiento de los problemas del cuero cabelludo como la caspa. Ni mejoran ni empeoran la alopecia. Lavarse el pelo frecuentemente con champú no hace que se caiga más el cabello.
  4. La moda No-Poo (lavarse el pelo sólo con agua, bicarbonato y vinagre) no sólo NO es una alternativa más sana que el champú, sino que puede producir irritaciones del cuero cabelludo, e incluso favorecer el desarrollo de infecciones.
  5. Por tanto, NO EXISTE NINGUNA EVIDENCIA MÉDICA PARA LA MODA “NO-POO”, y los pacientes pueden estar tranquilos al lavar diariamente su cabello con champú.



Dermatólogo y Tricólogo del Hospital Universitario Ramón y Cajal y de la Clínica Grupo Pedro Jaén. Coordinador de la Unidad de Tricología del Hospital Ramón y Cajal. Coordinador de la Unidad de Tricología y Trasplante Capilar de la Clínica Grupo Pedro Jaén.

Doctor en Medicina. Profesor Honorífico de la Universidad de Alcalá. Máster en Dirección y Administración de Servicios Sanitarios.



Twitter: @sergiovanog

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sábado, 11 de enero de 2014

TRASPLANTE CAPILAR: UNA TÉCNICA CON EXCELENTE RESULTADO

El trasplante capilar con microinjertos foliculares es la técnica de elección para el tratamiento quirúrgico de la alopecia. Se trata de una intervención médicamente muy segura y que produce un resultado totalmente natural, gracias a que los folículos se implantan individualmente ("pelo a pelo"). A continuación os detallamos una descripción acerca del concepto y tipos de trasplante capilar, desde nuestra experiencia en la Unidad de Tricología y Trasplante Capilar del Grupo Pedro Jaén y de la Unidad de Trasplante Capilar Reconstructivo del Hospital Ramón y Cajal. 



La alopecia (calvicie) es una de las enfermedades más frecuentes en Dermatología, afectando a un 50% de los hombres y a un 25% de las mujeres a lo largo de su vida. Es fundamental realizar un correcto diagnóstico para seleccionar el mejor tratamiento, ya que existen más de 100 tipos diferentes de alopecia.

En el curso natural de algunas formas de alopecia se produce una importante pérdida de densidad que requiere, además del tratamiento médico, un tratamiento quirúrgico para obtener un resultado óptimo. La intervención quirúrgica necesaria se denomina “trasplante capilar”. Se trata de una técnica que ha mejorado de forma dramática en los últimos años, y actualmente se considera una intervención totalmente segura y que produce unos resultados óptimos. Algunos pacientes tienen una idea alejada de la realidad acerca de la seguridad y resultado final de la técnica, creyendo que es un procedimiento de riesgo y que el resultado no es natural. Gracias a la técnica de los microinjertos, el trasplante capilar se ha convertido en una alternativa terapéutica totalmente segura y con un resultado estético final óptimo, de máxima naturalidad.
¿En qué consiste el trasplante capilar?
La técnica se basa en el principio de recolocar el cabello desde una zona del cuero cabelludo que no sufre el proceso de calvicie (zona donante), hacia el área donde se está perdiendo (zona receptora). Una vez realizado el procedimiento, el cabello trasplantado mantendrá las mismas características de su localización original, o sea, no sigue el proceso de calvicie y no se pierde. El trasplante capilar se basa en que los folículos pilosos de la zona de la nuca son genéticamente resistentes a la calvicie (por eso la alopecia no suele afectar a esa zona). El trasplante por tanto se realiza con los folículos de un mismo paciente, quitándolos de la zona donde “sobra” y poniéndolos en la zona donde “faltan”.
Del antiguo trasplante “en pelo de muñeca” al moderno y eficaz microtrasplante folicular
Antiguamente, el trasplante capilar se realizaba mediante “injertos”, es decir, grupos de muchos folículos pilosos que se trasplantaban a la zona de calvicie. Era una técnica más rápida, pero como el tamaño de los injertos era muy grande, el aspecto final del paciente no era el ideal, teniendo el aspecto conocido como “en pelo de muñeca”.
La técnica ha ido avanzando y hoy en día se ha comprobado que el procedimiento idóneo es el microtrasplante folicular, realizando “microinjertos”. Mediante esta técnica, se implantan folículos individuales, uno a uno, siendo una intervención muy laboriosa, pero que permite obtener al paciente un resultado totalmente natural.
Proceso de cortado "pelo a pelo" en un trasplante capilar
Existen 2 técnicas de realización de los microinjertos:
1) TÉCNICA FUSS (TÉCNICA DE LA TIRA): consiste en la extracción quirúrgica de una tira de la región de la nuca. Esta zona inmediatamente se sutura, siendo a las pocas semanas prácticamente imperceptible la cicatriz, que queda oculta con el resto de cabello. Los folículos de esa tira de piel se separan uno a uno mediante unos microscopios. Posteriormente esos folículos individuales se implantan en la zona receptora de calvicie que interese, habitualmente en la zona superior y de las entradas. Esta técnica es la que consigue obtener un mayor número de folículos para trasplantar, y es la habitualmente utilizada en varones con alopecias extensas y en mujeres, ya que no es necesario rapar el pelo.
Las unidades foliculares se separan una a una
antes de ser implantadas.
2) TÉCNICA FUE (FOLLICULAR UNIT EXTRACION): se diferencia de la anterior en la forma de extracción de los folículos, que se realiza de forma individual mediante un bisturí circular en lugar de haciendo una tira. La forma de implantar los cabellos es idéntica a la técnica de la tira (“pelo a pelo”, para obtener un resultado totalmente natural). Esta técnica suele utilizarse sobre todo en varones que lleven el cabello muy corto o rapado.
¿En qué consiste la técnica quirúrgica?
El trasplante capilar es un procedimiento laborioso en el que intervienen unos 8-10 profesionales (1-2 médicos, 4-6 técnicos y 1-2 enfermeras). Para conseguir separar todos los folículos individualmente, es necesario un trabajo coordinado en equipo durante varias horas (habitualmente la cirugía dura unas 5-7 horas). No obstante, a nivel médico, se trata de una intervención totalmente segura, que se realiza en régimen ambulatorio (el paciente no ingresa), y mediante anestesia local. El paciente está consciente en todo momento, ya que la intervención no requiere anestesia general. El riesgo de complicaciones médicas durante la cirugía es mínimo.
Respecto a los pasos de la intervención, diferenciamos 3 principalmente:
1) Extracción de folículos de la zona donante: se extrae el cabello necesario de la zona de la nuca, ya sea mediante una tira (técnica FUSS) o mediante la técnica FUE.
2) Separación uno u uno y preparación de los folículos pilosos: en la técnica FUSS, los folículos se separan minuciosamente mediante microscopios, mientras que en la técnica FUE los folículos ya están separados y sólo hay que prepararlos para su implante.
3) Implante de los folículos en la zona de calvicie: los cabellos extraídos de la nuca se implantan uno a uno en la zona de calvicie, mediante pequeños micro-orificios menores de 1 mm realizados con un diseño determinado para dar un aspecto totalmente natural.
Cuidados post-quirúrgicos
El trasplante capilar es una cirugía mínimamente invasiva, por lo que el paciente no se queda ingresado. Tras la intervención, es necesario tomar medicación antiinflamatoria y antibiótica unos días, y que el paciente realice reposo relativo. A la semana de la intervención el paciente ya se puede reincorporar a su vida socio-laboral. El cuidado de los folículos trasplantados es sencillo: evitar la fricción los primeros días y lavar el cabello de forma meticulosa. Es habitual que los primeros días se formen pequeñas costras en los folículos trasplantados. A los 12-14 días se retiran los puntos de la zona donante (técnica FUSS). La cicatriz de la tira queda cubierta por el pelo circundante y en unas semanas se hará prácticamente imperceptible, haciendo muy difícil que alguien reconozca que el paciente ha sido operado.
El resultado cosmético final se alcanza a los 9-12 meses tras la intervención. Ello es debido a que los folículos trasplantados tardan un tiempo en volver a crecer debido al estrés de la cirugía. No obstante, una vez que trasplantamos los folículos a la zona de calvicie, éstos ya nunca se caen. Sin embargo, el resto de cabellos puede seguir el curso de la alopecia, por lo que es imprescindible realizar un correcto tratamiento y seguimiento médico para optimizar los resultados del trasplante. En la mayoría de ocasiones, con un sólo trasplante capilar se obtienen resultados excelentes, pero habrá pacientes con alopecia avanzada que requieran más de un trasplante capilar.
Importancia del equipo quirúrgico
El trasplante capilar es una técnica realizada por un equipo multidisciplinar compuesto por dermatólogos-tricólogos, técnicos capilares y enfermeras. Por ello, es fundamental contar con un equipo coordinado y de la máxima calidad.
Una decisión acertada
En conclusión, podemos decir que el trasplante capilar es una técnica idónea para conseguir aumentar la densidad capilar en las zonas de calvicie. Se trata de una intervención quirúrgica que debe ser realizada por personal médico debidamente entrenado. Es fundamental un adecuado diagnóstico dermatológico de la alopecia para seleccionar de forma correcta los pacientes a intervenir. La experiencia de los pacientes intervenidos de trasplante capilar nos dice que hoy en día se trata de un procedimiento que produce un elevadísimo índice de satisfacción en los pacientes.

*Vídeo explicativo del TRASPLANTE DE PELO: LINK

*III Curso de Actualización para Expertos en Tricología y Trasplante Capilar organizado por el Dr. Sergio Vañó en el Hospital Ramón y Cajal (febrero 2014). Reseña a la noticia de la Comunidad de Madrid: LINK

*Unidad de Trasplante Capilar Reconstructivo del Hospital Ramón y Cajal: LINK.




Dermatólogo y Tricólogo del Hospital Universitario Ramón y Cajal y de la Clínica Grupo Pedro Jaén. Coordinador de la Unidad de Tricología y Trasplante Capilar Reconstructivo del Hospital Ramón y Cajal. Coordinador de la Unidad de Tricología y Trasplante Capilar de la Clínica Grupo Pedro Jaén.

Doctor en Medicina. Profesor Honorífico de la Universidad de Alcalá. Máster en Dirección y Administración de Servicios Sanitarios.



Twitter: @sergiovanog

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