martes, 20 de septiembre de 2011

DIAGNÓSTICO Y PREVENCIÓN DEL CÁNCER DE PIEL: DERMATOSCOPIA Y MICROSCOPÍA CONFOCAL

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), el cáncer de piel es el más frecuente  en seres humanos. En concreto, el melanoma es el más preocupante porque se trata del cáncer de piel de peor pronóstico y de uno de los cánceres más agresivos que existen, en algunos estudios con cifras comparables de mortalidad al de páncreas o cerebro. En los últimos años se ha producido un gran aumento en el número de casos de melanoma, que está alcanzando proporciones epidémicas. El problema sanitario es de mayor índole si tenemos en cuenta que es una enfermedad que también afecta a las personas jóvenes y de edad media. De hecho, de los 30 a 49 años de edad, el melanoma cutáneo es el segundo cáncer en prevalencia. Cada vez por tanto es más necesario contar con unidades especializadas dotadas de la tecnología de última generación para realizar un diagnóstico seguro y precoz.
La incidencia del cáncer de piel va en aumento, en gran parte, debido a una exposición solar demasiado intensa y no controlada sobre la piel. Sin embargo, hay una serie de factores que juegan un papel importante en el desarrollo de tumoraciones cutáneas. Los pacientes más susceptibles de desarrollar un melanoma son aquellos que tienen muchos lunares (> 50), personas de fototipo claro (piel y ojos claros), personas que han sufrido quemaduras solares (es especialmente grave cuando ocurren antes de los 14 años de edad) o que realizan actividades frecuentes y trabajos al aire libre, así como aquéllos que presentan  antecedentes familiares o personales de cáncer.
Es necesario por tanto valorar de forma precoz cualquier lesión sospechosa y realizar un seguimiento médico de los lunares. Para ello, hoy en día disponemos de 2 novedosas técnicas de diagnóstico precoz del cáncer de piel: la dermatoscopia y la microscopía confocal.
DERMATOSCOPIA DIGITAL: LA FORMA MÁS SEGURA DE SEGUIMIENTO DE LUNARES
La dermatoscopia (o microscopía de la epiluminiscencia) consiste en una técnica no invasiva de diagnóstico de lesiones cutáneas (preferentemente lunares y lesiones tumorales, sobre todo melanoma) en la que se visualizan con gran aumento las lesiones, permitiendo distinguir una serie de estructuras imposibles de ver simplemente con la vista.  
El aparato utilizado es el dermatoscopio, que emplea un sistema de magnificación de las lesiones, con una luz incidental que transilumina la piel y permite un aumento con el lente que va desde 10X - 50X. Un dermatoscopio permite observar la piel con mayor precisión y es una herramienta de gran utilidad para diferenciar la benignidad o malignidad de una determinada lesión.
La dermatoscopia es hoy en día la técnica más precisa y sencilla en el diagnóstico del melanoma cutáneo. Dicha técnica no es invasiva y su creciente desarrollo en los últimos años le ha hecho situarse como la técnica más importante en el diagnóstico precoz del melanoma.
Se recomienda al menos una evaluación anual de los lunares mediante dermatoscopia para su control. Tras la visita, el dermatólogo decide si es necesario realizar un mapeo mediante dermatoscopia digital, que puede considerarse la forma más precisa de seguimiento de los lunares y detección precoz de lunares atípicos o melanomas.
“El examen con dermatoscopia digital es rápido, indoloro y de alta precisión diagnóstica, estudiando los lunares de la piel de forma sistemática y evitando en muchas ocasiones la realización de biopsia.”
“La dermatoscopia ha supuesto una auténtica revolución y se ha convertido en una herramienta imprescindible para el diagnóstico del cáncer de piel."


MICROSCOPÍA CONFOCAL: UN PASO HACIA EL FUTURO EN EL DIAGNÓSTICO PRECOZ DEL MELANOMA Y OTROS TUMORES
La microscopía confocal es un moderno dispositivo que permite ver la estructura de la piel en profundidad, de forma no invasiva, por lo que es una excelente herramienta de diagnóstico precoz del cáncer de piel.
El microscopio láser confocal es básicamente un microscopio óptico que incluye como fuente de luz un láser y un sistema electrónico que ayuda a la captación de imágenes. Gracias a ello se consigue por un lado un aumento en la resolución y por otro la obtención de imágenes de secciones ópticas extremadamentes finas, eliminando así la interferencia que produce la luz que llega de los diferentes campos ópticos de todo el grosor de la muestra que se observa, consiguiendo así que el enfoque se realice sobre un único plano (confocal).
En la práctica, se obtienen imágenes transversales de una determinada lesión cutánea (similar a lo que sería un escáner en otras partes del cuerpo), permitiendo analizar sus células y estructuras de una manera no invasiva, lo cual es útil en la distinción entre benignidad y malignidad de una determinada lesión.
Con la microscopia confocal, hemos demostrado que podemos visualizar en tiempo real y con una precisión histológica, los márgenes de cualquier lesión proliferativa de las células en vivo con una excelente precisión. La microscopía confocal tiene múltiples aplicaciones en dermatología y sirve ya de guía y seguimiento, incluyendo las biopsias y la cirugía micrográfica de Mohs.

Esta revolucionaria técnica, permite analizar la evolución dinámica de cualquier patología de la piel con un excelente nivel de precisión y a diferencia de otras técnicas como las biopsias, la microscopía confocal permite hacerlo en tiempo real. Podemos identificar estructuras en la dermis en el momento, obteniendo una información precisa y oportuna para obtener un acertado diagnóstico y establecer un plan terapéutico personalizado. En algunos casos permite incluso evitar la biopsia de piel, técnica más incómoda para el paciente. También permite conocer al dermatólogo con gran exactitud cuál es la reacción de la piel ante cualquier tratamiento.

Entre sus múltiples aplicaciones permite analizar los lunares detectando alteraciones de la estructura que con simplemente con la vista sería imposible detectar. Ello permite realizar un diagnóstico exacto y en fases mucho más precoces que con la simple exploración visual. De esta forma, para lesiones precancerígenas detectadas de forma precoz podemos aplicar terapéuticas no quirúrgicas como la terapia fotodinámica y realizar un seguimiento continuado y preciso con microscopia confocal. En aquellos casos donde está indicada la alternativa quirúrgica, la microscopia confocal guía la intervención de forma que se dañe la menor cantidad de tejido con las mayores garantías de curación posibles.



Dr. Sergio Vañó Galván

Dermatólogo del Hospital Universitario Ramón y Cajal en Madrid. Dermatólogo en la Clínica Grupo de Dermatología Pedro Jaén.

Doctor en Medicina. Profesor Honorífico de la Universidad de Alcalá.
Máster en Dirección y Administración de Servicios Sanitarios.

http://www.sergiovano.com/

http://www.grupodedermatologia.es/

Twitter: @sergiovanog

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